Abstract
Hay tantas concepciones acerca de las clases naturales como filósofos que se han dedicado a
ellas. Como un primer acercamiento, podemos decir que las clases naturales consisten en un
conjunto de objetos que tienen propiedades semejantes. Obviamente, esta caracterización es
defectuosa porque es posible encontrar semejanzas casi entre cualesquiera dos objetos. Así,
un perro y una piedra están afectados por la gravedad, están formados por átomos y muchas
otras semejanzas, pero nadie diría que forman parte de la misma clase natural. En la medida
que intentamos precisar esta primera caracterización, entramos en terreno discutible. Sin
embargo, hay dos características que aparecen en la literatura sobre el tema con mayor
frecuencia.