Abstract
Me impulsa a reabrir una vieja causa filosófica el considerar como una equivocación el
tratar al concepto de objetividad como parte o patrimonio de alguna teoría filosófica o
metafísica acerca del conocimiento, contrariamente a esto, creo que es precisamente la
posibilidad de conocimiento objetivo o si se quiere, las condiciones de verdad para un juicio o
creencia lo que dichas teorías buscaban comprender o explicar. El fracasó de algunas viejas
teorizaciones y perspectivas objetivistas ha alentado a algunos a levantar la bandera del
relativismo o de ciertas formas de constructivismo que resultan tan perniciosos para el
pensamiento y la vida humana como las formas autoritarias de establecer los hechos. En tal
sentido me gustaría reivindicar un concepto de objetividad sin metafísica o como prefiero
decir, un concepto de objetividad sin fundamento.