Abstract
Rodríguez es un exiliado en democracia, Julio López es un desaparecido en democracia: una contradicción de los términos. Exilio, desaparecido y democracia se excluyen por definición: entonces, ¿cómo es posible Jorge Julio López? La terrible ¿paradoja? ¿tragedia? (¿qué palabra puede designar la injusticia de Julio Lopez?) que denota la posibilidad de una existencia mutua entre juicios de lesa humanidad y desaparición, como contemporáneos. La pregunta es desgarradora, ¿cuándo se va a acabar el poder desaparecedor?