Abstract
La defensa del realismo en la epistemología de la historia no ha recibido un tratamiento sistemático. A diferencia de lo que sucede en Filosofía de las Ciencias Sociales, donde el realismo es un verdadero programa de investigación, en nuestra disciplina se restringe a demostrar el carácter autorrefutatorio de cualquier antirrealismo. Esto es, los argumentos muestran o bien que la realidad de los fenómenos sociales e históricos es un presupuesto inevitable aún para el ficcionalismo, o bien la imposibilidad de negar el realismo del pasado a riesgo de caer en contradicción.