Abstract
El objetivo de este trabajo es modesto. Se trata simplemente de mostrar que la distinción propuesta por Mayr (1961) entre biología funcional y biología evolutiva constituye una clave fundamental para un tratamiento claro y concluyente de uno de los problemas fundamentales de la Filosofía de la Biología: aquel que atañe a la autonomía de la biología en relación a la física y a la química Sin proponer una alternativa de solución para esta transitada cuestión, sostendremos que la misma no puede ser siquiera planteada sin especificar a cuál de los dos dominios de las ciencias de la vida nos estamos refiriendo.