Abstract
Durante mucho tiempo el análisis de los temas bíblicos solo podía remontarse a la Biblia cristiana traducida al griego por judíos alejandrinos y denominada versión de los 70 (285 d C ), a la Biblia judía que corresponde al trabajo lingüístico de los Masoretas (siglos VI al IX d C.) y a la católica, la vulgata, traducida del hebreo por San Jerónimo (siglo IV o V d C).
Desde fines del siglo XIX se comenzaron a cotejaron los relatos bíblicos con diversos descubrimientos arqueológicos, fueron sometidos a la crítica literaria y la crítica bíblica lográndose algunos avances en cuanto a la discriminación de distintos estilos bíblicos y en cuanto a relación con las religiones cananea y de la antigua Mesopotamia. Estos interesantes trabajos han permitido el estudio científico de la Biblia. Sin embargo, son muchas las dudas que aún persisten lo que ha dado lugar a diversas teorías.