Abstract
Con el propósito de enfrentar el constructivismo social, Makt defiende una versión doblemente
localizada del realismo científico, adecuada a las peculiaridades de las cienoas sociales. La
adopción de tal perspecnva realista sólo requiere creer en la posibilidad de que existan las entidades
postuladas por las teorías científicas, y en la posibilidad de que éstas sean verdaderas. Se lograría
así -según el autor- generalizar la aplicabilidad del realismo, sin resignar los compromisos básicos
de esta posición. Cuestionaremos aquí que tal caracterización del realismo cumpla este propósito,
argumentando que permite calificar como realistas concepciones que no lo son.