Abstract
Cotidianamente, atribuimos estados mentales a otras personas, y explicamos y predecimos su
conducta en base a éstos. Tal competencia es una habilidad básica de la cognición social, que
está a la base del aprendizaje social y de las interacciones sociales exitosas, que son necesarias
para el progreso de nuestra especie y de la tecnología. En este trabajo, luego de presentar dos
enfoques teóricos que tratan de determinar cuáles son las habilidades y los recursos que
subyacen a las competencias mentalistas, analizaremos el problema de las bases neurales. Los
hallazgos señalan distintos conjuntos de áreas cerebrales en relación a cada propuesta teórica
Principalmente, nos referiremos a esta contradicción en la literatura y a un intento de
conciliación entre ambos.