Abstract
Uno de los principales problemas para la epistemología radica en cómo fundamentar sus normas. La mayoría de los programas epistemológicos de la primera mitad de este siglo optaron por alguna forma de fundamentación a priori. En las últimas décadas, paralelamente a las críticas a los fundamentos logicistas, se han desarrollado programas normativos basados en otras fuentes epistémicas. En este trabajo intentaré explicitar las consecuencias que conllevan estos cambios para la metodología científica.