Abstract
La música académica de los últimos veinte años, en gran parte, ha asimilado -en un estilo propio en cada caso- las distintas técnicas instrumentales desarrolladas a lo largo de la segunda mitad del S. XX. El conocimiento cada vez más riguroso de estas técnicas (en su producción, su manipulación y su sonoridad) logró la aprehensión de las mismas como determinantes formales, relacionando de manera directa la instrumentación con la concepción compositiva.