Travesía para horadar la piedra

Abstract

La presente investigación toma como punto de partida, el vínculo existente entre el espacio urbano y el performer. Comprendemos y utilizamos el término performer, en el sentido de un sujeto ejecutor de un texto performativo, que vincula su corporalidad con el entorno. De este modo, se pretende realizar, una diferenciación semántica con respecto al termino actor. Así mismo comprendemos, en términos de Iliana Dieguez Caballero (2007), que el performer en el arte contemporáneo, “enfatiza una política de la presencia al implicar una participación ética un riesgo en sus acciones sin el encubrimiento de las historias y los personajes dramáticos” (P.45). El espacio urbano se nos revela como inestable, multilineal atravesado por relatos de diversa naturaleza. De este modo comprendemos que el espacio urbano está constituido por acontecimientos. El acontecimiento es conceptualizado en este trabajo, desde la perspectiva de Deleuze, como un resultado dado por la relación de fuerzas, entre diversos elementos presentes en un aquí y ahora, a través de su puesta en tensión y paradoja. Sobre esta plataforma del acontecer propio del espacio urbano, es el performer quien toma dichos elementos; para crear desde su propia corporalidad, un acontecimiento escénico. Tanto el acontecimiento del espacio urbano, como el acontecimiento escénico; no solo se comprenden desde su peculiaridad, sino como en estado de relación e influencia: un estado entre. Para ello fue necesario captar y percibir, la cotidianidad del espacio desde una doble mirada: Como realidad concreta y como fenómeno cargado de materialidad estética. El propósito de este trabajo; es comprender la trama conceptual que erige al sitio específico en su singularidad, para verterlos en el trabajo creativo con el performer. quien genera discurso dialógico con la espacialidad, a través del lenguaje escénico conformado por un conjunto de técnicas somáticas articuladas hacia una retórica corporal. De este modo, este trabajo, se orienta hacia el concepto de sitio específico; es decir, hacia a la creación artística realizada para un sitio determinado. Nos servimos del concepto de intervención. Desde la perspectiva de acontecimiento escénico, es decir; como la presentación de una acción escénica fugaz, que genera una modificación en la cotidianidad de dicho espacio: “Intervenir, entonces, tiene que ver con imprimir de otros usos a algo que ya está dado, es decir, hacerlo capaz de devenir en otra cosa.” ( González, 2015, P. 110). De esta manera el espacio urbano modifica momentáneamente su paisaje, debido al trastrocamiento de su sentido cotidiano, por medio de la aparición de un hecho poético. De este modo, podemos componer, a través del vínculo entre dicho espacio y el performer; un texto performativo singular, que contiene una base fuerte en lo que se denomina teatralidades liminares. Para el desarrollo de este trabajo, fue necesario abordar el espacio desde un ángulo transdiciplinar. De esta manera se han incorporado materiales teórico- prácticos provenientes de la antropología urbana, la crítica social, la arquitectura. Dichas conceptualidades; atraviesan la micropolítica, la microestética, el uso del espacio y la meta textualidad de la intervención. Por otra parte, tomamos algunos conceptos provenientes de la filosofía de Deleuze y Guattari, sobre todo en lo que refiere a la creación de territorios escénicos. Se

integró además, la visión sobre la antropología urbana de Manuel Delgado, en lo que respecta a la lectura y análisis del espacio urbano. Además se incorporaron algunas reflexiones sobre la fenomenología de Marleau Ponty para abordar el sentido vincular intersubjetivo, entre el performer y el espacio urbano específico. Todos estos autores se van entrecruzando con materiales producidos por diversos teóricos del teatro y de la performance. De esta manera se generan puentes y cruces para poder crear territorios de producción y reflexión sobre el acontecer escénico, en torno a lo que nos interpela como sociedad y como artistas.