Exilio, viaje y traducción: notas acerca del encuentro Piñera-Gombrowicz en Buenos Aires
Abstract
Virgilio Piñera llega a Buenos Aires en Febrero de 1946 cuando se está llevando a cabo la empresa de traducción al castellano de Ferdydurke del polaco Witold Gombrowicz. Junto a otro cubano y compatriota como Humberto Rodríguez Tomeau, preside un comité de traductores conformado por el propio Gombrowicz, Adolfo de Obieta y el poeta-pintor Luis Centurión. Como se sabe, la aparición en castellano de Ferdydurke en 1947 -novela publicada inicialmente en 1937 en el escenario polaco de entreguerras- es un intento fallido por instalar el "ferdydurkismo" en Argentina. No obstante y pese a este fracaso, se advierte un punto de confluencia entre ambos escritores y las formas que consideran valiosas de hacer literatura. Esto último resulta vital pues se traduce no sólo en lo que más tarde podemos identificar como una poética escrituraria específica en cada caso sino también en reuniones, tertulias, conferencias y hasta en un proyecto de creación de una revista orientada a provocar el mundo literario de ese contexto organizado en torno al liderazgo de la mítica Sur que nunca se concretó. En tal sentido, nuestro trabajo se propone examinar ese punto de "encuentro" o de "diálogo" entre Piñera y Gombrowicz a la luz de Cuentos Fríos (1956) y de la poética de la forma y la inmadurez plasmada en la novelística gombrowicziana, respectivamente. Para ello, se tendrá en cuenta el tópico del viaje, el problema de la traducción, los gestos vanguardistas, el absurdo, el humor y la tensión entre centro y periferia. Con un agregado más: tanto la práctica discursiva en el ámbito de la literatura como así también el resto de las acciones realizadas por Piñera y Gombrowicz deben ser entendidas en el marco de procesos de gestión de la propia competencia que cada uno de ellos realiza, en principio, para definir su identidad social en el campo literario argentino de ese período.