Abstract
A pesar de que la primera década del nuevo milenio está llegando a su fin, la comunidad
científica sigue apelando a una teoría de mediados del siglo XX para explicar la data presente en
el registro fósil. Esta circunstancia no es, desde luego, fortuita. Tampoco es el resultado de una
detención en la investigación natural. Es consecuencia, más bien, de la solidez teórica y empírica
exhibida por la formulación sintética de la evolución -la teoría mentada al principio de este
párrafo.