Abstract
En este trabajo me ocupo de la crítica de McKinsey (1991) a las posiciones compatibilistas de
Davidson (19&7) y Burge (1988). Me interesa especialmente evaluar sus razones para defender la
tesis contraria según la cual el anti-individualismo y el autoconocimiento (o el acceso
privilegiado, como él prefiere llamarlo) son incompatibles. Consideraré los argumentos
compatibilistas ofrecidos por los dos autores mencionados, y reconstruiré la crítica de McKinsey
a cada uno de ellos. Finalmente, señalaré las confusiones y defectos que encuentro en la discusión.