El color en el habitar doméstico latinoamericano
Abstract
El habitar doméstico en los escenarios de producción arquitectónica latinoamericana, y en el marco de las consecuencias de la modernización, las pérdidas de significado, los procesos de producción y los cambios culturales, nos insta a revisar los conceptos de autenticidad, marcas de identidad y simbolismos propios de los modos de vivir y de habitar, desde un contexto de derivas signado por la globalización, la fragilidad de los vínculos, las des-territorializaciones, los desplazamientos y las exclusiones. Al acercarnos a los mitos, paisajes e imaginarios locales, podremos verificar cómo el COLOR, categoría del orden de la pasiones, constituye una de las principales cualidades espaciales de las formas y los espacios domésticos latinoamericanos. A través del color, los grandes artistas latinoamericanos de la vanguardia de principios del siglo XX, han comunicado expresiones humanas como la alegría, el dolor, la lucha por la libertad, etc., al tiempo que se embarcaban en la búsqueda de una expresión cultural moderna propia. Alfaro Siqueiros, Diego Rivera, Clemente Orozco, Pedro Coronel, Antonio Amaral, Rubens Gerchman, Hersila Do Amaral, Helio Oiticica, entre otros, han influido en la labor de arquitectos de renombre en América Latina como Barragán, Vilanova Artigas, Legorreta, Salmona, Lina Bo Bardi, Jorge Jáuregui, Miguel A. Roca, Clorindo Testa, y muchos otros quienes con el uso del color han evocado y enriquecido el espacio doméstico y urbano latinos conectando el pasado con el presente, los sueños, las creencias, otorgándole identidad. Así, formas de la racionalidad pura se han visto teñidas, transformadas, enriquecidas, intensificadas y amalgamadas por las atmósferas perceptivas generadas por la arquitectura popular mexicana, brasileña, venezolana, etc. Para Legorreta el color es parte inseparable del mundo que nos rodea, un símbolo de nuestras emociones, sin embargo como elemento cultural y local, es específico de su ubicación. Por su parte Barragán considera el color como algo que emana de las raíces culturales más profundas. Intentaremos entonces, entender y caracterizar las lógicas de los discursos y de los procesos de diseño como prácticas capaces de ayudar a construir sentido de lo latinoamericano, inquiriendo en la posibilidad de conjugar desde el color, aspectos tales como la identidad, el contexto, la pertenencia y la inclusión en la construcción de realidades nuevas.