Arte, diseño y participación, como herramientas para propiciar la integración
Abstract
La historia de la ciudad es la de su espacio público y su calidad se podrá evaluar sobre todo por la intensidad y la calidad de las relaciones sociales que facilita, por su fuerza mezcladora de grupos y comportamientos; por su capacidad de estimular la identificación simbólica, la expresión y la integración culturales. Por ello, es conveniente que el espacio público tenga algunas cualidades formales, como la continuidad en el espacio urbano y la facultad ordenadora del mismo, “la generosidad de sus formas, de su diseño y de sus materiales y la adaptabilidad a usos diversos a través del tiempo” (Muxi et al., 2003).