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dc.contributor.advisorDorronsoro, Susana
dc.contributor.authorSorokin, Silvia
dc.date.accessioned2014-06-30T12:36:02Z
dc.date.available2014-06-30T12:36:02Z
dc.date.issued2014-06-30
dc.identifier.urihttp://hdl.handle.net/11086/1442
dc.description.abstractDurante el desarrollo y crecimiento prenatal del ser humano ocurre una serie de eventos morfológicos, fisiológicos y bioquímicos sincronizados y coordinados. Las alteraciones de este proceso pueden dar origen a malformaciones congénitas tales como Fisuras Labio Alveolo Palatinas (FLAP), términos y sigla utilizados en este trabajo para generalizar las fisuras orofaciales. Cuando nace un niño con fisura, no sólo es el problema anatómico lo que inquieta a los profesionales que lo atienden y a los padres, sino también las alteraciones estéticas, funcionales, fonatorias y psicológicas que presenta. Existen tantas clasificaciones, modalidades de técnicas, programación y planificación de tratamientos como equipos asistenciales. No obstante, algunos objetivos y principios terapéuticos son universalmente aceptados. Los estudios efectuados hasta ahora por los distintos autores (1, 2) no alcanzan a satisfacer un abordaje interdisciplinario más amplio, porque no cubren las necesidades según la consideración de otras variables como etiología, nivel socioeconómico, etc. para alcanzar las condiciones óptimas de salud. Además, la literatura disponible no contempla la aplicación de una ficha clínica única que abarque las múltiples variables asociadas con el tratamiento interdisciplinario necesario para esta patología. Considerando el ecosistema bucal como parte de la salud general no se conocen publicaciones acerca de fichas clínicas utilizadas por otros servicios de salud. El Ministerio de Salud de Chile en el año 2005 (3), a través de un Programa de Atención de Salud y mediante una guía para la aplicación del tratamiento de niños con fisuras que incluye un formato estandarizado de ficha clínica publicado en Internet, es un proyecto valioso en cuanto a su procedencia institucional porque aseguraría un tratamiento unificado para el niño fisurado, desde su nacimiento y hasta los 15 años de edad según protocolo y red de atención. No obstante, el relevamiento de datos relacionados con etiología (herencia, factores ambientales), diagnóstico prenatal, condición socio-económica-cultural y evolución del tratamiento no están considerados totalmente. Camerón y Widmer (1) refieren que en Australia realizan una ficha dental con el registro del momento de erupción del primer diente, y el paciente posee un Libro de Registro Sanitario donde están contemplados los datos del médico pediatra, pero no se menciona una ficha donde se registre minuciosamente todo lo referido a salud bucal, etiología y otras variables, y su protocolo de tratamiento muestra un abordaje escasamente preventivo. Los servicios de asistencia al niño FLAP de la ciudad de Córdoba tales como el “Hospital de Niños de la Santísima Trinidad” y el “Hospital Pediátrico del Niño Jesús1”, adonde asistimos al comienzo de esta investigación, cuentan con fichas donde se registran los datos únicamente de filiación, tipo de fisura y fecha de controles. Información obtenida de un trabajo publicado por Wybert y col. (4) presenta un estudio retrospectivo observacional, a pacientes FLAP, realizado por miembros del Equipo de Cirugía Infantil del ex Hospital de Niños “Emilio Civit” de la Provincia de Mendoza. Se analizaron las fichas de una población de 590 pacientes asistidos odontológicamente entre los años 1977 a 1997, concluyendo que contenían información insuficiente, y destacando la falta de integración interdisciplinaria, la falta de apoyo psicológico familiar, asistencia social, apoyo estatal o privado, llamando a realizar campañas de prevención, educación y protección para patologías de este tipo. La American Cleft Palate Craniofacial Association, de acuerdo a lo publicado por Philips y col. (2000) en la Guía clínica del Ministerio de Salud de Chile (3) realiza una serie de recomendaciones para el tratamiento de los pacientes con estas malformaciones, entre las que incluye que es responsabilidad de cada grupo de trabajo ser sensible al lenguaje, cultura, etnia, perfil psicológico, económico y factores físicos que afectan la dinámica de la relación entre el equipo y los pacientes y su familias. Se destaca que es responsabilidad de cada equipo monitorear los resultados a corto y largo plazo, realizando el seguimiento longitudinal de los pacientes, incluidos la documentación y la manutención de los registros (3). Losoviz y Ganiewich (5) presentan su protocolo de trabajo para la atención de niños FLAP en el Ateneo Argentino de Odontología y plantean que el mismo serviría para ser discutido por los distintos grupos de trabajo existentes en nuestro país, para que, estandarizando la información permita conocer la situación actual y generar un proyecto futuro de trabajo conjunto en aras de la superación permanente, aunque consideran que aún no se ha logrado una unificación de criterios. Es por ello que nos propusimos diseñar un nuevo instrumento con aquellos aspectos fundamentales que permitan analizar variables, como la etiología, efectos psicosociales, tratamiento integral y su evolución en el niño FLAP.es
dc.language.isospaes
dc.rightsAtribución-NoComercial-CompartirIgual 4.0 Internacional*
dc.rights.urihttp://creativecommons.org/licenses/by-nc/4.0/*
dc.subjectOdontopediatríaes
dc.subjectSalud del niñoes
dc.subjectPaladar fisuradoes
dc.subjectLabio leporinoes
dc.subjectInvestigación interdisciplinariaes
dc.titleEvaluación del impacto de la aplicación de un instrumento para la valoración de la salud integral de niños con fisuras orofacialeses
dc.typedoctoralThesises


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