Abstract
En la discusión acerca del nacimiento de la ciencia moderna, la importancia de la tesis de continuidad puede verse en que permite explicar muchos aspectos dejados de lado por las versiones rupturistas. Al no cortar de modo tajante la cadena de relaciones con el pasado mediante un insight "reorganizador'', el continuismo tiene la posibilidad de utilizar sus investigaciones históricas sobre los siglos que precedieron a la Revolución Científica, como eslabones explicativos de una trama que no ofrece hiatos insalvables. En el presente trabajo, sin embargo, me propongo señalar los peligros propios esta tesis, sobre todo cuando se la defiende de modo rígido.