El trasfondo religioso de la revolución cultural
Abstract
Lo que aquí propongo es una indagación que justifica la idea de mundo de la
vida como horizonte de sentido. Se pone en evidencia la hipótesis de un trasfondo
religioso protestante que ha inaugurado a la modernidad sostenida por numerosas
investigaciones sociales y filosóficas pero poco tomada en cuenta a la hora de evaluar
sus consecuencias para la comprensión retroactiva de las teorías filosófica sociales.
Estas reflexiones, con las limitaciones que impone este contexto de exposición, sólo
esperan trazar algunos lineamientos que ayuden a poner en evidencia cómo fue (y es)
necesaria la ruptura de un orden de normas y valores que se sostiene sobre un
horizonte de sentido, para que la modernidad (y todo cambio social) inaugure una
nueva concepción de mundo y de vida. La modernidad reinterpreta la salvación como
imaginario colectivo del mundo medieval por la utopía del progreso y la sociedad ideal;
la ética medieval del sufrimiento y abandono del cuerpo y el mundo, por una teología
de la naturaleza humana y no humana donde se puede discutir si esto alcanza para
una secularización o bien, se mundaniza la escatología. Todas estas transformaciones
culturales que son inherentes al mundo moderno se resumen en el ideal del sujeto
autónomo que se autorrealiza en la secuencia de su propia historicidad y temporalidad
mundana. La filosofía de la historia como dialéctica surge casi necesariamente de este
contexto.