Comunidades vegetales urbanas del norte de Argentina: variabilidad florística y corológica

Abstract

La biodiversidad urbana ha sido objeto de numerosos estudios durante los últimos años en diversas regiones del mundo. El intercambio biótico generado por la globalización de las actividades comerciales y el transporte de personas genera preocupación acerca del impacto potencial de las especies exóticas en nuevas áreas donde puedan establecerse con éxito. Con el objetivo de conocer la composición florística y en qué proporción está integrada por especies exóticas, se relevó la vegetación urbana en diferentes localidades del norte argentino siguiendo los métodos fitosociológicos de Braun-Blanquet. Se reconocieron 13 comunidades vegetales, que crecen espontáneamente en los diferentes hábitats urbanos de la región (paredes y muros, sitios pisoteados, basurales, baldíos, banquinas no pisoteadas y bordes de zanjas). Estos sitios difieren en el tipo de sustrato, régimen de perturbación y vegetación que albergan. En la mayoría de las comunidades vegetales reconocidas predominan los terófitos, aunque en las paredes y en los sitios pisoteados aumenta la proporción de hemicriptófitos. Si bien las especies anemócoras son frecuentes en el ambiente urbano, en la gran mayoría de las especies registradas no pudo reconocerse un tipo de dispersión según la morfología de sus diásporas. Los principales gradientes de variación florística a distintas escalas (todo el gradiente regional estudiado y local) se analizaron mediante el ordenamiento de los inventarios fitosociológicos. El ordenamiento (DCA) de las comunidades reconocidas permitió separarlas según tipos de hábitat, donde los gradientes más fuertes son: la cantidad de sustrato, la intensidad de la perturbación y la compactación del suelo. Un segundo eje de variación está relacionado con diferencias geográficas y de temperatura media, aunque las correlaciones fueron estadísticamente sólo marginalmente significativas. No se hallaron correlaciones significativas con los factores antrópicos considerados (población y edad de las ciudades), aunque se observó que en las ciudades más grandes el número de comunidades relevadas fue mayor que en poblaciones más pequeñas. A escala local el análisis de las comunidades reveló la importancia de las características del hábitat y de la perturbación sobre la vegetación ruderal. La baja proporción de taxa exóticos sugiere que las comunidades vegetales urbanas del norte argentino son comunidades jóvenes en comparación con las de regiones con más tiempo de desarrollo bajo influencia humana. Sin embargo, la dominancia de especies exóticas en algunos hábitats como paredes y muros, senderos y otros sitios con pisoteo intenso, incluso en algunos basurales, se debería a la inexistencia de especies nativas que puedan ocupar esos nichos y/o no sean competitivamente eficientes frente a especies largamente adaptadas a las condiciones urbanas. En consecuencia, la homogeneización biótica prevista para las ciudades conforme avance la intensidad de la urbanización aún no se manifiesta en nuestra región. La flora ruderal del norte argentino posee una alta proporción de especies nativas y, por lo tanto, las ciudades retendrían una importante proporción del pool génico regional, en coincidencia con hallazgos recientes documentados en la literatura. La presencia de especies exóticas invasoras o potencialmente invasoras en la flora ruderal le asigna particular importancia al conocimiento de las comunidades que integran, los sitios donde se las encuentra y su capacidad competitiva para persistir en el ambiente urbano desde donde, eventualmente, pueden dispersarse hacia ecosistemas naturales o agroecosistemas.