Abstract
Si las emergencias sociales de la pandemia, en algunas de sus facetas, ponen en cuestión el poder del Estado se hace necesario entonces repensarlo en su constitución originaria liberal, y la dificultad de no poder suturar lo que el efecto de sentido de esta ideología significa. Así la tensión entre lo individual y lo colectivo y la percepción de que todo lo público estatal implica renunciamientos individuales y sacrificios personales intolerables debe ser puesto en escena nuevamente. Quizás la teoría pueda pensar su función en relación a la forma en que la epistemología dominante sobre el poder no discute lo político y el Estado.