De tacos y dildos
Abstract
Sabemos que la norma sexual hegemónica en Occidente se realiza en la pareja monogámica como un par binario, complementario, heterosexual y reproductor, legitimado en el matrimonio como institución. A partir de esta lógica, las relaciones sexuales presumen un lazo erótico-afectivo basado en el amor recíproco, la propiedad hereditaria, el débito conyugal como así también la gratuidad sexual entre dos cuerpos cuyos límites se supone, terminan en la piel. Esta norma establece una jerarquía erótico-sexual que condiciona lo que se aprehende como deseo legítimo o como práctica deseable, excluyendo otras prácticas y modos de desear de seres entonces considerados abyectos, forcluídos de lo esperable, fuera del límite de la normalidad.Esto quiere decir Gayle Rubin, cuando señala que los discursos sobre el sexo refieren a una única sexualidad ideal y trazan una frontera que la separa del resto de las conductas eróticas, a las que se consideran peligrosas, psicopatológicas, infantiles, políticamente condenables u obra del diablo (Rubin, 1989:22). En esta ponencia nos proponemos discutir dos prácticas sexuales que no adscriben a dicha sexualidad ideal y que se encuentran excluidas del colectivo de mujeres normales por su posición en el sistema sexo/género/deseo: una refiere a las prácticas llevadas a cabo por las trabajadoras sexuales con hombres como únicos clientes, mientras que la otra práctica da cuenta de los usos del juguete sexual denominado dildo entre mujeres lesbianas. Al compartir un mismo interés analítico -el estudio de la materialización de los cuerpos y la construcción performativa de las subjetividades- nos interesó en esta oportunidad preguntar qué revelan y qué relevan estas prácticas del deseo y de qué manera confrontan o refuerzan binarios tales como femenino-masculino, activo-pasivo, gratuito-remunerado, abierto-cerrado, entre otros. Dildos y tacos metaforizan tramas subjetivas materializadas en cuerpos que negocian deseos, placeres y fronteras confrontados tanto en las prácticas como en el sistema heteronormativo.