Abstract
Demuestra que la utilización de ladrillos de suelo-cemento compactados para la construcción de viviendas comunes resulta una opción viable tanto económica como energéticamente. Indica que se puede apelar a un tipo de construcción económica y simple y que además, esté en equilibrio con el medio ambiente ofreciendo iguales o mejores resultados que los materiales convencionales usados en la construcción