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dc.contributor.advisorCerutti Guldberg, Horacio
dc.contributor.advisorSánchez, Sergio
dc.contributor.authorGramaglia, Paola
dc.date.accessioned2021-05-04T22:06:26Z
dc.date.available2021-05-04T22:06:26Z
dc.date.issued2013
dc.identifier.urihttp://hdl.handle.net/11086/18128
dc.description.abstractEl marco general en que se inscribe mi investigación es el de la llamada filosofía de la liberación. En efecto, encuentro en ella un importante debate en relación con las formas de justificar el "sujeto latinoamericano" en su vinculación con las diversas modalidades de la praxis concreta, en los diferentes ámbitos (ético, político, etc.). Este concepto se define claramente como colectivo, un sujeto al que la sociabilidad le es propia, y en la que se encuentra anclada su historicidad. Este tema, que constituye un tópico central para la filosofía de la liberación, encuentra en los trabajos de Enrique Dussel un desarrollo tan extenso como relevante. El autor presenta un significativo tratamiento teórico en el que es posible discernir una tensión entre filosofía y praxis, tensión que no desaparece ni encuentra una conciliación definitiva, toda vez que se hace sensible en términos de una señalada preponderancia de la dimensión ética por sobre la política. Es en virtud de la relevancia que esta prioridad reviste - en el amplio y variado horizonte de la filosofía de la liberación en general y en los textos de Dussel en particular - que considero justificado profundizar en su estudio. A partir de la lectura de la totalidad de la obra de Enrique Dussel, es decir, su producción entre 1964 y 2010, se podría afirmar que el tratamiento de los puntos neurálgicos de su obra se acomoda a la forma de una elipsis. Concentra en sus primeras producciones tesis teológico-políticas en las que es posible rastrear una compleja malla de referencias textuales que mostrarían el entramado teórico en el que se construyen las relaciones entre lo que defino como el sujeto pobre en tensión con una narración filosófica claramente eticista. Al mismo tiempo esta trama constituye la estructura vital que precisa para la "invención" de la historia en América Latina. Enrique Dussel si bien pretende hacerse de un lugar en el seno del discurso filosófico, le resulta casi imposible evitar las huellas en las que se sostiene su pensamiento desde la cultura del cristianismo. Es claro a todas luces, sobre todo en los primeros trabajos a los que me aboco, que no ha podido clausurar las íntimas relaciones entre teología y filosofía presentes en su obra. El texto de 1974, Método para una filosofía de la liberación, y especialmente el tratamiento de la categoría de dialéctica-ana-léctica, estaría marcando un deslinde, motivo de esta investigación, entre una perspectiva claramente eticista de la narración filosófica y una perspectiva teológico-política radical. En dicho texto ensaya un andamiaje teórico claramente diferente de los anteriores, iniciando así una segunda etapa, la cual presenta una decidida apuesta a favor de la arquitectónica de una ética. Al mismo tiempo que se aproxima a las perspectivas universalistas-racionalistas de la tradición habermasiana en su correlato universalista, se distancia de la tradición de pensamiento de la teología política con la que había compartido cierta agenda de preocupaciones en sus trabajos liberacionistas. Mi trabajo, en líneas generales, consiste en exponer las complejidades que presenta la indeterminación de las dimensiones de la teología y de la filosofía, que reportan un beneficio para la comprensión de la obra del autor en relación con la hipótesis de esta investigación. Indago, desde la difícil tarea que resulta explicitar tal indistinción considerando la ambigüedad propia de la producción de Dussel en este período. En algún sentido, tal ambigüedad marcaría la complejidad de concebir modos de pensamientos "sintéticos" de la cultura en Latinoamérica, que lo mostrarían a Dussel en un proceso pendular. Es decir que, en esta etapa primera, que considero nodal, se encontrarían las condiciones de posibilidad de su discurso que, en relación con las tesis liberacionistas, pretende ser una crítica superadora de los postulados de la modernidad. Específicamente, esta indagación, dirigida a precisar la delimitación de las mencionadas dimensiones y el alcance y sentido de la tensión entre ellas con el resultante predominio de la dimensión ética, estará principalmente centrada en los textos de los inicios de su producción (1965-1975), considerando la íntimas relaciones con textos de producción posterior, específicamente los que tratan los tópicos de sujeto e historia, cuestiones que quizás puedan seguir siendo exploradas en su etapa más actual. La investigación está guiada principalmente por la siguiente hipótesis: el aporte teórico dusseliano sobre la comprensión filosófica del sujeto latinoamericano se ve afectado en aspectos importantes de su desarrollo por el desequilibrio que suscita una marcada preponderancia de la condición ética en menoscabo de la condición política, que le concede la propia tradición de la teología cristiana de los teólogos de la liberación. En otras palabras, entiendo que la apuesta teórica de Dussel a favor del campo de la ética, a pesar de ser a todas luces necesaria, pareciera que es por sí sola insuficiente para la comprensión del sujeto, ya que neutraliza la relación política en la que se encuentra anclada la peculiaridad de lo latinoamericano. La contingencia histórica pensada en relación con la politicidad de la praxis disipa su significación al afirmarse en el discurso de la universalidad ética en la narración de la Historia universal. En este sentido, los textos de Dussel nos permiten explicar las limitaciones que parecen definir al sujeto desde la eticidad, sin perder de vista las implicaciones que él mismo tiene en relación con el horizonte crítico al que pertenecen dichas intervenciones teóricas. El problema aquí es precisar si con este anclaje en la universalidad de la esfera ética no se incurre nuevamente en el espacio del paradigma moderno eurocéntrico de la "racionalidad" -especialmente criticado por diversos desarrollos de la propia filosofía de la liberación-, en detrimento de la posibilidad de comprender las formas contingentes y diferenciales con las que se construyen las "identidades latinoamericanas" en la contemporaneidad, formas que exhiben, precisamente, una peculiar impronta política. En tal sentido, surgen interrogantes difícilmente eludibles, sea para la filosofía de la liberación en general, sea para pensadores centrales de dicha tradición como nuestro autor. De este modo, estas reelaboraciones teóricas, ¿no implicarían un compromiso de disolución de la dimensión de diferencia que hacía posible justificar una comprensión "latinoamericana" de los sujetos? Además de comprometer el paradigma moderno del fundamento, al determinar cómo necesaria la relación entre racionalidad y eticidad, dicha disolución ética desplaza uno de los alcances más importantes que compartían las propuestas de la filosofía de la liberación en relación con la praxis política, en el sentido de concebirla como una práctica social de transformación y, por ello, anclada en la contingencia de la historicidad propia del sujeto político. Por otra parte, las definiciones del sujeto latinoamericano caracterizado como oprimido han sido sostenidas de una u otra manera con base en el paradigma moderno de la emancipación, que implicaba necesariamente una filosofía de la historia sobre la cual se edificaba el sentido teleológico de dicho sujeto como un deber ser o proyecto liberador. ¿En qué medida las concepciones de sujeto pobre definido por el autor no están necesitando también un anclaje en una filosofía de la historia? Y si esto es así, ¿en qué medida las aludidas concepciones eticistas del filósofo de la liberación han hecho lugar a un real descentramiento del paradigma moderno? En íntima relación con esto, encontramos la preocupación por las consecuencias de pretender conferir unidad al campo de la filosofía de la liberación a partir de y desde el interior de la reflexión ética, cuestión que en los años setenta se encontraba en disputa. Debe repararse en que no estamos planteando la posibilidad -ni siquiera la necesidad- de un abandono de la tradición del pensamiento de occidente, como tampoco sugiriendo supuestas ventajas de una posición relativista extrema; pero sí la aspiración a que se reconozcan las peculiaridades y especificidades de las experiencias sociales latinoamericanas como diferencias. Es precisamente en el interior de una filosofía latinoamericana íntimamente vinculada con la praxis política que resulta posible señalar y hacer visible el riesgo teórico de sobrevalorar la universalidad en desmedro de la particularidad, sabiendo que la supresión de las diferencias pone en entredicho la pluralidad y la contingencia de lo político. La racionalidad de lo "universal" a la que apelan los autores latinoamericanos entraña en algún sentido este mismo peligro, ya que sus propuestas se asientan en una "universalidad ética" que funciona justificando el accionar colectivo, quedando en un segundo plano la importancia de la acción política misma y el porqué de dicha acción. ¿Podríamos afirmar que estos presupuestos liberacionistas consiguen un equilibrio entre los principios de "totalidad" y "clausura" que caracterizaron la modernidad y la propuesta nihilista de dispersión y diferencia propia de la posmodernidad? También este interrogante encuentra su lugar en el marco de nuestra investigación. Por una parte, a lo largo de mi trabajo me concentro en identificar y analizar las fuentes en las que Dussel ha encontrado materiales y estímulos para la elaboración de una posición propia, la que adoptará perfiles definidos hacia mitad de los setenta del siglo XX. Localizo tales fuentes, pertenecientes a un espectro definido del mundo de lecturas del autor, y las analizo en su relación con los motivos que han suscitado su recepción por parte de aquél. De este modo, procuro determinar la constelación básica de ideas y perspectivas que actúan en la génesis de su posición, sea integrándola de diversas maneras, sea definiéndola por vía negativa, en la medida en que el autor se confronta con ellas y las rechaza parcial o totalmente. Se trata de una reconstrucción en procura de iluminar las articulaciones argumentativas, los alcances y el sentido de su posición a partir del examen de su génesis y del análisis de sus aristas más relevantes de cara al problema filosófico de fondo - el sujeto latinoamericano definido como el pobre- ponderando su coherencia, originalidad y relevancia. Por otra parte, me detengo, precisamente, en la dimensión de la historia, porque considero que ha sido el meollo vital que ha mantenido la coherencia y la consistencia, no sólo en este primer período sino en los distintos momentos de la obra dusseliana. Es decir, que es posible advertir en forma embrionaria esta lógica de la historia, ya sea, desde los primeros textos, que estudio en forma detenida en este trabajo, como así también en sus últimas producciones. Por último, como ya afirmamos, resulta difícil, por no decir casi imposible, un seguimiento cronológico de su desarrollo teórico. El autor escribe en un momento y publica en otro, realizando constantes intervenciones en las nuevas ediciones, razón por la que no siempre es posible precisar claramente las modificaciones más sensibles. Como si se tratara de una estructura vacía -la de la trama de la historia-, el autor va trocando los nombres de las categorías sin variaciones sustanciales en su sistema teórico. Esto me permite también especular que dichos trastocamientos, realizados por el mismo autor, nos indican una consistencia y una coherencia en el desarrollo de su obra que se presenta como invariable a pesar de las modificaciones en ciertas categorías que aparecerían como paradigmáticas. Precisamente, en este punto es en el que hago hincapié porque lo considero relevante como contribución metodológica, en la construcción de las narrativas locales de nuestra propia "Historia de las Ideas". Esta perspectiva presupone una determinada forma de concebir la cultura en la que se asientan los "sentidos" de aquellas construcciones de "la narración poética de la Historia de las Ideas" . En tal dirección, cobra mayor relevancia la pregunta de Elías Palti: "¿cómo abordar la cuestión relativa a la naturaleza periférica de la cultura local, tematizar la peculiaridad de la dinámica que dicha condición le impone a las ideas en la región, sin recaer por ello en los dualismos y, en última instancia, en los esencialismos propios de las corrientes nacionalistas?" La cuestión, entonces, no es tratar de argumentar en pro de la necesidad de la condición periférica como deficiencia, en los términos de carencia, sino más bien, como formulación propia, como "escritura", como las ideas propias de un filosofar latinoamericano. En esta perspectiva es que indago la idea de historia y su relación con la filosofía así como el sujeto pobre por el que la trama cobra sentido en la obra de Enrique Dussel. En el capítulo uno, me detengo en tres campos intelectuales en los que Dussel ha participado de los debates, de las lecturas e interpretaciones teóricas fundamentales y que le sirvieron para pensar el concepto de sujeto ético como pobre. Teniendo presente claramente que el horizonte de comprensión en el que despliega con mayor fuerza su obra y ancla su producción es el de la filosofía de la liberación, este será mi primer registro. En el segundo, desarrollo las derivas del debate de los hegelianos en esta localización realizada por los latinoamericanos como dimensión filosófica más específica. Y en el tercer registro me interesa explicitar las fuentes más cercanas en relación a los autores más trabajados por el autor en este período de preocupación por una filosofía cristiana, particularmente Tresmontant y Daniélou. En el segundo capítulo, expongo más bien las trayectorias de los mundos intelectuales con relación a la cuestión teológica en la que se conciben las preocupaciones de Enrique Dussel. En primer término, me detengo brevemente en la perspectiva de los modernistas cristianos, especialmente de Erich Przywara, quien hilvana una interpretación cristiana de lo teológico con relación a la categoría de dialéctica-analéctica. Teniendo como horizonte de comprensión el problema de la secularización de la cristiandad en América Latina y las implicancias del Concilio Vaticano II y Medellín, describo en qué medida Dussel es deudor de este espacio de producción teológico-filosófica, más específica que promueve la Revista Stromata en ese particular período. Para ello, señalo la relevancia de dichas intervenciones, especialmente en el entramado textual de la obra de Dussel. En último término desarrollo en forma más detallada lo que en ese período de su obra se trató y tematizó como teología de la liberación. Subrayo lo que considero que en esta perspectiva teológica constituyen los puntos nodales con relación a la perspectiva de Dussel para evaluar el alcance de dicha propuesta liberacionista en los términos de una radicalización política. De esta forma, en este capítulo procuro exponer el modo pendular de escritura que sigue el autor desde una filosofía cristiana a la teología de la liberación. En el tercer capítulo, expongo las coordenadas teóricas en las que es posible concebir el eje central de la hipótesis de esta investigación: la constitución del sujeto pobre en la obra temprana de Dussel. Para ello, primero desarrollo las tensiones problemáticas presentes en el interior de la filosofía cristiana, especialmente en relación con las definiciones de cultura latinoamericana, sin perder de vista la definición del "núcleo ético-mítico" de Paul Ricoeur como la perspectiva hermenéutica en la que se encuentra el autor. Finalmente, me detengo en las variaciones que desarrolla desde la dialéctica a la ana-léctica, en vistas a elaborar la noción de "Otro", considerando los alcances y los beneficios de la noción de "cara a cara" de Emmanuel Levinas en la configuración del sujeto pobre de Dussel. En el capítulo cuatro, exploro la dimensión de la historicidad que le sirve de fundamento en la construcción de su Historia de América Latina en la Historia universal. En este último capítulo retomo lo tratado con relación al "núcleo ético-mítico" con el fin de evaluar su fecundidad en el tratamiento de la historia. Al mismo tiempo, indago en la forma de la narración filosófica que constituye la trama que le permite al autor establecer las vinculaciones entre la cultura cristiana y el sujeto pobre, que resultan inescindibles de "la imaginación histórica" que sustenta la narración de la historia en la filosofía de la liberación en sentido restringido. Todo esto, en vistas a evaluar la eficacia de las fuentes teóricas en relación con uno de los puntos neurálgicos que se pretendía "liberar" en su crítica a la modernidad.es
dc.format.mediumImpreso
dc.language.isospaes
dc.rightsAttribution-NonCommercial-ShareAlike 4.0 International*
dc.rights.urihttps://creativecommons.org/licenses/by-nc-sa/4.0/*
dc.subjectFILOSOFÍA LATINOAMERICANAes
dc.subjectFILOSOFÍA DE LA LIBERACIÓNes
dc.subjectSUJETO POLÍTICOes
dc.subjectENRIQUE DUSSELes
dc.titleLa encrucijada de la ética y la política en la filosofía de la liberación : investigación sobre la concepción del sujeto ético en Dusseles
dc.typedoctoralThesises
dc.description.filFil: Gramaglia, Paola. Universidad Nacional de Córdoba. Facultad de Filosofía y Humanidades. Secretaría de Posgrado; Argentina.es
dc.description.fieldOtras Filosofía, Étnica y Religión


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