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dc.contributor.authorFernández Rivero, María Cecilia
dc.date.accessioned2023-04-20T17:44:40Z
dc.date.available2023-04-20T17:44:40Z
dc.date.issued2015
dc.identifier.isbn978-9-875565-21-0
dc.identifier.urihttp://hdl.handle.net/11086/547137
dc.description.abstractEn la cultura griega la visión y la audición son consideradas instancias privilegiadas de acceso al conocimiento filosófico. Esta relación (visión/audición-conocimiento) se encuentra tematizada, problematizada e integrada en una concepción filosófica holística en los diálogos platónicos. La problematización de este vínculo, sin embargo, es ya objeto del discurso de los textos presocráticos, particularmente en los fragmentos de Heráclito, Parménides y Empédocles. La propuesta platónica no implica un rechazo de la tradición presocrática, si bien, por supuesto, tampoco una asunción acrítica. En cambio, se puede decir que Platón realiza una “recepción productiva” de la tradición, reelaborando, desarrollando e integrando en una nueva perspectiva elementos ya presentes en el presocratismo. Para nuestra investigación importa establecer el tipo de vinculación que realiza Platón con toda una tradición griega de pensamiento filosófico preexistente, frente a la cual, en el desarrollo de los estudios filosóficos y filológicos del S. XIX y gran parte del S. XX, se lo ha considerado más bien en posición de ruptura e innovación radical que dé continuidad, excepto en el caso puntual de la corriente pitagórica. Por esto mismo el vínculo entre textos presocráticos y platónicos ha sido en general dejado de lado, salvo en el estudio (aunque casi siempre desde el punto de vista de la ruptura) de problemas muy específicos como el de la explícita discusión con Parménides en los diálogos El Sofista o Parménides. Nuestro interés radica, en cambio, en mostrar las pervivencias que subyacen integradas en el propio discurso platónico, aunque la relación no se haga explícita en este discurso, tal como sugiere el término “ecos” en el título de nuestro trabajo, en los diálogos platónicos. En esta investigación se pretende tratar la cuestión del “ver” y el “oír” no sólo como herramientas de percepción de la realidad sensible, sino también de progresión en el conocimiento dialéctico, y esto no meramente en sentido metafórico. Puede observarse en los diálogos platónicos una doble valoración de la percepción por medio de la vista y del oído: esta percepción puede traducirse en una mera acumulación de datos sensoriales y en un clausurarse en el plano de lo sensible(que no puede, por sí mismo, constituirse en verdadero objeto de conocimiento),o puede significar el primer paso en una interiorización de esta percepción, asociada entonces con un conocimiento más profundo que lleva a la contemplación de las ideas. En este último sentido, el “ver” y el “oír” no conforman dos caminos paralelos. A partir del análisis filológico, en los diálogos, de los términos incluidos en uno y otro campo semántico, parece que el “ver” tiene preeminencia en la instancia de relación cognoscitiva entre el alma y las ideas, mientras el “oír” es privilegiado en la instancia de comunicación filosófica, en el diálogo entre maestro y discípulo. Sin embargo, ambas instancias no pueden “desentrelazarse”, ya que la posibilidad de llegar ser pasa por el recorrido de un camino que es al mismo tiempo de visión y audición. Inclusive algunos pasajes muestran la necesidad de “ver al otro”, al mismo tiempo que oírlo, como condición de una situación comunicativa provechosa; del mismo modo, en el camino del alma cumple también una función la audición, en cuanto al conocimiento de la armonía musical que fundamenta el orden cósmico tal como es pensado por Platón. Así, podemos hablar de “dos niveles” de visión y de audición en los diálogos platónicos, teniendo en cuenta que esto no implica una dicotomía entre ambos, sino una continuidad, ya que el punto de partida del camino que recorre los dos niveles, es precisamente el primer nivel; sólo en la medida en que el hombre se detiene de modo permanente en ese primer nivel, éste adquiere connotaciones negativas desde el punto de vista epistemológico. En este marco, puede leerse en los diálogos la construcción de una contraposición entre dos posibilidades de ver y oír: la que incluye ambas instancias visuales y auditivas, y la que experimenta la primera como única y excluyente. La elección de una u otra de estas posibilidades conlleva consecuencias que atañen no sólo a la posibilidad de conocimiento, sino a la experiencia vital íntegra de los seres humanos. Con matices, esta propuesta puede rastrearse hacia atrás en algunos textos de pensadores presocráticos. Heráclito y Parménides, en el Siglo VI a. C., y Empédocles, en el S. V a. C., representan dos puntos de referencia insoslayables en la reflexión sobre el vínculo entre ver, oír y conocer. También para estos pensadores el conocimiento no se entiende fuera del ámbito de la visión y de la audición, y también en sus fragmentos puede leerse la postulación de dos niveles de visión y de audición, así como la ambigüedad valorativa respecto del primero. La unidad de poesía y filosofía que todos estos textos comparten, desde el punto de vista del lenguaje, se vincula precisamente con una concepción de conocimiento en la que visión y audición ocupan un lugar de gran importancia, concepción que no se ha perdido, sino por el contrario, desplegado y resignificado. La hipótesis o línea conductora de esta investigación puede entonces sintetizarse en dos afirmaciones principales: a) Platón, en tanto receptor del pensamiento presocrático, retoma y despliega núcleos filosóficos y semánticos que se encuentran ya, concentrados, en aquellos pensadores, realizando una “recepción productiva” de la tradición. b) En la concepción platónica, el conocimiento filosófico se adquiere después de un camino de visión y audición recorrido por maestro y discípulo, camino riesgoso porque el uso superficial de estos sentidos puede alejarlos de la meta, en lugar de conducirlos hacia ella. Tal concepción deviene a su vez de una cosmología en que visibilidad y armonía son caracteres dominantes. Los elementos fundamentales de esta configuración de las relaciones en el interior de la tríada ver-oír-conocer aparecen ya propuestos en el pensamiento presocrático. Platón integra en su discurso la reflexión presocrática y la desarrolla en múltiples direcciones, particularmente en el Timeo, Fedro, Simposio, diálogos en que puede verse el contraste entre dos tipos de percepción (“interior” y “exterior”), según se pongan en relación o no con las ideas modélicas platónicas.es
dc.format.mediumImpreso
dc.language.isospaes
dc.rightsAttribution-NonCommercial-ShareAlike 4.0 International*
dc.rights.urihttp://creativecommons.org/licenses/by-nc-sa/4.0/*
dc.subjectPLATÓNes
dc.subjectPRESOCRÁTICOSes
dc.subjectVISIÓNes
dc.subjectAUDICIÓNes
dc.titleEcos presocráticos en Platónes
dc.typebookes
dc.description.filFil: Fernández Rivero, María Cecilia. Universidad Nacional de Córdoba. Facultad de Filosofía y Humanidades. Escuela de Letras; Argentina.es
dc.description.fieldOtras Filosofía, Étnica y Religión
dc.book.cityCórdoba
dc.book.countryArgentina
dc.book.editorialEdiciones del Boulevard
dc.book.pages448
dc.book.roleAutor


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