dc.description.abstract | Nuestra investigación parte de reconocernos como participantes en un juego del lenguaje, donde lo que está precisamente "en juego" es la producción de un sentido de justicia compartido en una asociación política, que evaluará el mismo con criterios críticos, diversos e incluso antagónicos (PITKIN, 1984; CAVELL, 2003; CONSTABLE, 2010). Nuestro contexto de enunciación son los discursos de autocomprensión de las problemáticas ambientales que realiza una ciudadanía capaz de palabra y acción, activa en la defensa de la vida y sus formas de vida como derechos, regenerando el espacio público en una estructuración: postwestfaliana (en donde se pone en cuestión el concepto de estado-nación, la centralidad del derecho, y avanza la governance corporativa, su propuesta de es regulación en pos de un orden contractual); postfordista (en donde la fábrica deja de ser el foco privilegiado para el análisis de las relaciones sociales y ocupan ese lugar procesos de desterritorialización-reterritorialización en un mundo en globalización) y postbienes-tarista (en el cual se ha producido y produce un desmantelamiento de las capacidades estatales, de sus estructuras de comando-control y deproducción de bienes y servicios universales públicos, mientras avanza la mercantilización y la generación de cuasi-mercados, las nuevas burocracias del neoliberalismo) (BERGER y CARRIZO, 2016). En este contexto, los reclamos por derechos desde situaciones de desposesión/contaminación, interpelan multiescalarmente a las instituciones, políticas y actores garantes de los mismos. Su falta de respuesta, lo fallido de las mismas o el desvío de poder2 (GARCÍA-BARRIOS et. al, 2015) que las mismas realizan respecto a los compromisos constitucionales, impulsanla generación de nuevos conceptos e instituciones, ampliando la gramática de la política y la justicia. Considerando junto a Rawls que la justicia es "la primera virtud de las instituciones sociales, como la verdad lo es de los sistemas de pensamiento" (TEORÍA DE LA JUSTICIA, 1971), nos preguntamos entonces por nuestra propia capacidad de crear y actuar prácticas ius generativas (Behhabib, 2004) con efectos acordes a una propuesta civilizatoria. Acorde a los debates actuales consideramos que la misma debe abarcar cuestiones intrageneracionales, intergeneracionales e interespecie, pasando a bosquejar algunas líneas respecto a estos desafíos. | es |