La democracia de los mejores, no de la demagogia: el orden político durante el "Proceso de Reorganización Nacional"
Abstract
A los pocos días de 24 de marzo de 1976, fecha de inicio del autodenominado
“Proceso de Reorganización Nacional”, sugestivamente, uno de los diarios locales anunciaba
el comienzo de una nueva sección titulada “Reconstrucción nacional” donde decía: “sin
política pero con gobierno, con enfoques siempre positivos y reconstructivos acerca de
detalles que pueden interesar a los lectores y a las propias autoridades”.1 De esta manera, el
diario expresaba y se solidarizaba con uno de los objetivos centrales del nuevo gobierno: la
erradicación de la política, considerada como fuente de conflictos y como un obstáculo para
el logro del orden. La justificación de su exclusión y su posterior redefinición, junto a la de
otro concepto clave, la democracia, integrará uno de los pilares básicos del discurso oficial,
destinado a legitimar la intervención de las Fuerzas Armadas en este momento histórico.
En este capítulo proponemos revisar el período de la historia de Córdoba que se inicia
con el autodenominado “Proceso de Reorganización Nacional” a partir de una mirada
centrada en un problema clásico: el de la justificación del poder, en cuya respuesta participan
conceptos claves e íntimamente relacionados, aunque gestados en contextos teóricos y
políticos diferentes, como los de ideología, entendida como el instrumento clásico de
legitimación del poder, y el de imaginarios políticos, definidos como representaciones
colectivas articuladas en torno a ideas cuya imposición y circulación en el espacio público
son el resultado de las luchas por el poder.