Abstract
En el temprano desarrollo de la mecánica cuántica fue utilizado ampliamente por su fructicidad un principio metodológico debido a Niels Bohr; el Principio de Correspondencia.
El mismo establecía que "las predicciones de la mecánica cuántica para el comportamiento de cualquier sistema físico deberán corresponder a las predicciones de la física clásica, en el límite en el cual los números cuánticos que especifiquen el estado del sistema se hacen muy grandes". Llamaremos a esta la formulación restringida.
Una formulación alternativa, de carácter más general, considera a la mecánica clásica como un caso particular, limite, de la mecánica cuántica, en aquellas zonas donde la constante de Planck pueda ser considerada infinitamente pequeña.