Abstract
La novela francesa realista decimonónica no sólo tomó a la ciencia como tema inevitable
sino que llegó a mimetizarse con su método, como es el caso de Zola. La novela y la ciencia
positiva fueron dos símbolos del siglo XIX y, como tales, se comunicaron fluidamente.
La historia natural del siglo XIX, con su sello romántico, se resistió hasta donde pudo a
abandonar el lenguaje creacionista y asociado al argumento del diseño, pero a la larga las
estrategias discursivas y argumentativas del Origen de las especies de Darwin, lograron
imponerse.