dc.description.abstract | La Degeneración Macular Asociada a la Edad (DMAE) es una enfermedad que
provoca cambios progresivos a nivel de la mácula con la consiguiente pérdida de la visión
central.
La forma húmeda o neovascular de esta enfermedad (DMAE-NV) es responsable del 90
% de los casos de ceguera. El descubrimiento del rol central del factor de crecimiento
estimulante del endotelio (VEGF), en la patogénesis de la DMAE-NV, ha llevado al desarrollo
de fármacos antiangiogénicos que inhiben la actividad de esta molécula, los cuales han
demostrado resultados terapéuticos superadores respecto a las terapias anteriormente
disponibles.
En la actualidad existen tres fármacos anti-VEGF aprobados por las autoridades
sanitarias para su uso en esta indicación: a) Pegaptanib sódico (no comercializado en
la actualidad). b) Ranibizumab (RNB) y c) Aflibercept (AFB). El uso off label de
Bevacizumab (BVZ), es otra alternativa muy generalizada, debido al bajo costo de sus
dosis.
A su vez, cada uno de los fármacos pueden ser usado en 3 tipos de esquemas: el
esquema Fijo Mensual (FM), el esquema Pro re Nata (PRN) y el esquema Tratar y Extender
(TAE). Estos últimos dos esquemas fueron desarrollados con el objetivo de hacer más
eficiente el uso de estos fármacos.
Las diferencias en la farmacocinéticas, el costo y hasta en cuestiones legales que el uso
de uno u otro fármaco conlleva, hace que no exista un acuerdo entre los especialistas en
retina respecto a qué fármaco anti-VEGF, y en que esquema, debe utilizarse en el
tratamiento de la DMAE para obtener los mejores resultados, con la mayor seguridad para el
paciente y el menor costo para la sociedad en su conjunto.
Teniendo en cuenta lo antes mencionado, en el marco de esta Tesis Doctoral, se
realizó en un estudio farmacoeconómico desde tres abordajes experimentales: 1) Una
revisión sistemática de los Ensayos Clínicos Aleatorios (ECA) que comparasen los
fármacos anti-VEGF o los esquemas en forma directa. 2) Una evaluación económica
basada en el seguimiento por dos años de las historias clínicas de pacientes que
iniciaron tratamiento con BVZ y RNB en la práctica clínica (PC) de la ciudad de Córdoba
entre los años 2009 y 2012 (estudio observacional. 3) Una evaluación económica
basada en un modelo de simulación que comparase los 3 fármacos anti-VEGF en los 3
esquemas terapéuticos, tanto en el escenarios de ECA como en PC del contexto
analizado.
La revisión sistemática, demostró que: a) el uso del BVZ, en condiciones de Ensayo
Clínico Aleatorio, produce los mismos resultados terapéuticos que el RNB, aunque BVZ
requiere un número mayor de dosis intravítreas e incrementa los eventos adversos. b)
Independientemente del fármaco utilizado, el uso del esquema FM permite a los pacientes
alcanzar mejores resultados terapéuticos que mediante el esquema PRN. c) los resultados
terapéuticos alcanzados, mediante el uso bimensual del AFB, son equivalentes a aquellos
observados en pacientes tratados con el RNB en un esquema Fijo.
Por otra parte, no se encontraron ECA que comparen el AFB con el RNB en otros
esquemas terapéuticos para el tratamiento de la DMAE-NV, ni tampoco que lo comparasen
con el BVZ. Si bien existe un ECA que compara el esquema TAE con el esquema Fijo, el
mismo presenta una muestra demasiado reducida para inferir conclusiones. No se
encontraron ECA que comparasen el esquema TAE con el esquema PRN.
Como resultado del estudio retrospectivo basado en datos de pacientes pudo
observarse: a) en ambas cohortes (RNB y BVZ) se producía una pérdida significativa de la
agudeza visual (AV) durante el tiempo transcurrido entre la consulta al oftalmólogo y la
instauración definitiva del tratamiento; b) este tiempo observado era, en ambas cohortes,
significativamente superior al mismo tiempo relevado en otros países; c) existía una
correlación estadística entre la AV perdida y el tiempo transcurrido; d) el tiempo de demora,
en el grupo de RNB, era 4 veces superior al tiempo de retraso observado en el de BVZ, lo que
repercutía en una pérdida significativamente mayor que la producida en el grupo tratado con
BVZ (156,04 vs 36,87 días, p<0,0001),(-15,17±14,9 vs -6,21± 8,1 letras, p<0,01) e) que luego
de dos años de iniciado el tratamiento, mientras el grupo tratado con el RNB obtuvo
resultados similares a los obtenidos por los grupos placebos de los ECA (cambio promedio de
AV -16 letras), el grupo tratado con el BVZ logró resultados similares a los obtenidos con la
terapia fotodinámica con Verteporfina (-10 letras de cambio de AV promedio); f) que el costo
promedio de dos años de tratamiento, de un paciente tratado con RNB ($123.561i), duplicó el
costo de tratar a un paciente con BVZ ($56.618).
Por lo tanto, en el contexto analizado, el BVZ demostró ser la alternativa con la que se
obtienen los mejores resultados terapéuticos, siendo, al mismo tiempo, más económica en
comparación al tratamiento con el RNB. Es decir, fue la más costo-efectiva.
Finalmente, a partir de los resultados del estudio retrospectivo realizado y de la
información obtenida de las revisiones sistematizadas de publicaciones, se diseñó y
programó un modelo de simulación de eventos discretos (MSED). Este modelo reproduce la
evolución, a largo plazo, de las cohortes de los pacientes tratados con los diferentes
fármacos, en diferentes esquemas terapéuticos y en diferentes escenarios para el tratamiento
de la DMAE-NV.
Utilizando herramientas estadísticas, se estudió y caracterizó cada una de las variables
intervinientes en el sistema (evolución natural de la enfermedad sin tratamiento, respuesta
terapéutica, frecuencias de reinyecciones, adherencia a los controles, características
demográficas diferenciales de los pacientes). Se definió, para cada una de ellas, una familia
i Costos estimados según valores de año 2015
de distribución probabilística y los parámetros correspondientes a cada una de dichas
distribuciones.
Los resultados del modelo muestran que a pesar que el AFB, en un esquema TAE,
mostró los mejores resultados terapéuticos en comparación con el uso de los otros fármacos
en todos los esquemas, su alto costo en comparación con BVZ produce que no resulte costo
efectivo. El fármaco debería tener un costo del 35% del precio actual poder considerarse
costo efectivo desde la perspectiva evaluada en esta tesis.
Tanto en un escenario de ECA, como en la PC, el uso de BVZ, en un esquema TAE,
resultó la alternativa terapéutica más costo-efectiva en el tratamiento de la DMAE-NV
En conclusión, el uso de BVZ, en condiciones de un ECA, fue costo efectivo respecto a
su uso en la PC. Para imitar las condiciones de un ECA en la práctica clínica analizado se
requiere de un sistema de seguimiento personalizado (SSP). La implementación resultaría
costo efectivo solo si el mismo tuviese un costo no superior a $750 dólares por año por
paciente. | es |