Ia. Parte
Consideraciones
generales
1er
Capítulo TOPOGRAFIA Y ESTRUCTURACION DEL SUBSUELO.
Alguien ha
dicho alguna vez que la arqueología santiagueña no ofrece ninguna dificultad
porque "basta ver una pieza para conocerlo todo". Esta opinión,
quizás, no ha sido del todo desacertada hace unos diez años, después de una
visita al Museo Arqueológico de Santiago del Estero, en el cual se exhibían
entonces casi exclusivamente piezas pertenecientes a un solo tipo de alfarería;
pero no podría sostenerse hoy, porque posteriores investigaciones han reunido
un material tan heterogéneo, que bien merece ser analizado con profundo
detenimiento.
En el mapa
general de la provincia de Santiago del Estero (Nº 1) está indicada la pequeña
zona explorada por el autor de este trabajo, que en total alcanza a unos
sesenta kilómetros sobre la margen izquierda del Río Dulce y de uno de sus
innumerables cauces antiguos, hoy seco. Sin embargo, en este trayecto hemos
reconocido doce paraderos - aunque realmente continúan sin interrupción,
excepto seis kilómetros al norte y cuatro al sur de la ciudad de La Banda
distribución que resalta del plano acotado Nº II.
Un simple
examen de este plano nos indica que la topografía de la parte explorada
reconoce dos zonas diferentes:
La zona
alta en el extremo norte que alcanza hasta seis kilómetros al norte de La Banda
y la zona baja que prolonga la anterior señalando el
límite oeste
de las llanuras
santiagueñas. La primera se caracteriza por un fuerte desnivel (90 metros en 26
kilómetros o sean 3.415 : 1000), mientras que la
segunda no alcanza a más de 20 metros en 30 kilómetros o sean 0.667 : 1000.
Esta diferencia se acentúa aun más en el subsuelo, donde la primera capa
impermeable que en la zona alta se encuentra a poca profundidad (en algunas
partes aflora), baja ya al llegar a La Banda a 93.80 metros, lo que comprueba
el perfil de la perforación ejecutada por Obras Sanitarias de la Nación, en la
plaza Belgrano de esa ciudad. Es evidente que las llanuras santiagueñas en su
tiempo, han formado un hoyo enorme que paulatinamente se ha rellenado con
sedimentos cuyo único vehículo principal tiene que haber sido el agua, y en
menor proporción el viento. De estas simples consideraciones resulta que la
zona alta debe tener mayor antigüedad que la baja. El estudio de los sedimentos
y de la estratigrafía de los
mismos seria
una valiosa contribución, para establecer con precisión la probable antigüedad
que puede asignarse a la alfarería santiagueña, porque permitiría responder con
certeza las cuestiones siguientes:
¿Desde
cuándo es habitable la llanura santiagueña ?
¿Qué
prioridad corresponde a la zona alta que acompaña a la cordillera de los Andes
hasta el norte del Chaco Paraguayo, como el "shelp"
que bordea en su mayor parte los continentes ?
Contestadas
estas preguntas, se habría fijado un límite en más, alcanzando el límite en
menos en la actualidad. En este espacio así limitado,deberá ubicarse todos los restos de la presencia del
hombre que hallamos en Santiago del Estero y estudiar los distintos aportes,
para llegar finalmente a establecer la cronología que corresponde.
La primera
capa impermeable que a mayor o menor profundidad se extiende bajo todo el
territorio de la provincia, se compone de un material arcilloso-calcáreo-arenoso
(Loees) que en la zona alta a veces aflora, estando
generalmente cubierta de una delgada capa de arcilla blanda, arenosa de hasta
1.20 metros de espesor, mezclada en su parte superior con detritus que forman
la tierra vegetal. Esta capa descansa sobre otra de arena, de color parduzco de
diferentes tipos, en parte ferruginosa, mezclada en las adyacencias del rio
Dulce con piedra de canto rodado de distintos tamaños y un regular porcentaje
de piedra de origen volcánico. Esta capa
sigue hasta alcanzar el Loess
cuya superficie se presenta bastante sinuosa, formando lomas cuya línea
ondulada sigue en general la dirección sudoeste-nordeste, separadas por bajos,
en los cuales se descubrieron importantes yacimientos fosilíferos cuyas
especies no difieren en lo principal de la conocida fauna del Litoral. Los
fósiles aparecen reunidos en nidos que albergan los restos de las más diversas
familias. Rara vez se ha encontrado en un mismo lugar dos piezas
correspondientes a un individuo y lo más curioso es, que se encuentran reunidos
en el mismo sitio todos los grados de fosilización y hasta piezas petrificadas.
Este hecho
que dejo consignado, plantea un nuevo problema: ¿ De
dónde proceden estos restos fósiles y qué fuerzas han producido su extraño
hacinamiento ? La existencia de grandes salinas en el territorio de la
provincia, como la existencia de Urosalpinx Rushi establecida por el Profesor Martin Doello Jurado ( ), a quien informó el señor Emilio Wagner (
) que lo había encontrado en cantidad tan grande que excluía realmente la
hipótesis de ha-ber sido
solamente un producto de intercambio comercial, nos llevan a considerar el
probable origen marino del subsuelo santiagueño. Es curioso observar la
transformación súbita que se opera en el suelo cultivable y cultivado, al transpasar el límite político actual entre Santiago del
Estero y la provincia de Tucumán. La capa de Loess, tan característica para
Santiago, termina aquí bruscamente, frente a las sierras de Tucumán, que forman
los contrafuertes de la cordillera. En sentido contrario esta capa de Loess se
extiende, según las pocas perforaciones que se han hecho, hasta el límite
atlántico, lo que permitiría la hipótesis de un origen semejante o la
posibilidad de una invasión marina que haya llegado hasta Tucumán. Podría sospecharse
que los fósiles, tan heterogéneamente amontonados en Santiago, sean el fruto de
una transgresión después de haber sido desenterrados en el litoral por las
aguas y conducidos al lugar donde hoy se encuentran. Pero debe rechazarse esta
hipótesis, porque los fósiles encontrados no tienen aspecto de canto rodado, lo
que excluye esta suposición, con excepción de los hallados en el lecho del rio,
que se distinguen además por su color negro. En la margen derecha del rio,
frente al yacimiento -d- (Quiroga) los desmontes que se efectuaron para la
construcción del dique nivelador de Quiroga nos han permitido observar un lugar
donde la capa de Loess no tenía más espesor que 0.80 metros, debajo de la cual
apareció otra capa fosilífera dentro de una arena gris oscura. Algunos fósiles que hemos podido extraer y que se encuentran en nuestra colección, se
distinguen por el diferente color y mayor grado de fosilización.
Si bien es
cierto que el Loess y las capas inferiores pueden haber tenido un origen
marino, no es menos cierto que a las capas superiores debe atribuírseles un
origen cordillerano. Los ríos actuales, el Dulce y el Salado, conservan la
dirección general ONO a SES, y en lo que se refiere al río Dulce, ha cubierto
en su tiempo una amplia zona, lo que comprueban los depósitos de canto rodado
con un porcentaje regular de piedra de origen volcánico, cavando paulatinamente
su lecho actual. Esta labor continúa hasta el presente, dificultando cada vez
más el levantamiento del agua para el riego artificial, y el objeto principal
de la construcción del dique nivelador de Quiroga es precisamente evitar que
prosiga en lo sucesivo.
Las
características del rio se modifican cuando éste entra en las llanuras, donde
cualquier estorbo ha sido suficiente para hacerlo cambiar de cauce, lo que ha
sucedido tanto en tiempos históricos como prehistóricos, para desembocar
finalmente en Mar Chiquita en el extremo sureste de la provincia.
- 4 -
El rio
Salado, que en la provincia de Salta lleva el nombre de Juramento, forma el
desagüe de la parte central de esa provincia y corre, al desembocar en las
llanuras, primero rumbo al Sur costeando la zona barrancosa, para seguir más
adelante nuevamente en la dirección general SE. Hemos podido observar que casi
todos los ríos secos del Chaco Santiagueño acusan esta misma característica. Al
río Salado separa del río Dulce una franja de tierra de más o menos 50
kilómetros que forma la Mesopotamia santiagueña.
Documentos
históricos nos revelan que el rio Salado, no pudiendo resistir la influencia de
la cuenca endorréica de Mar Chiquita, se ha unido
temporariamente el rio Dulce, y es fácil suponer que también haya sucedido lo
mismo en tiempos prehistóricos, para tomar luego nuevamente su dirección hacia
el Paraná.
El río
Salado presenta en su curso medio, totalmente dentro de la provincia de
Santiago del Estero, las mismas características del Dulce y sus cambios de
cauce se orientan dentro de una franja de 50 y más kilómetros.
El río
Dulce, desde su entrada en la provincia, formado por dos ríos provenientes de
la provincia de Tucumán, corre entre barrancones cuya altura varía de 10 a 15
metros. Desde la cota superior de la barranca se eleva el terreno en forma
pronunciada hacia el NE en dirección al ferrocarril, acusando una diferencia de
nivel de más de 20 metros sobre una distancia de aproximadamente 3 kilómetros.
Esta fuerte pendiente ha favorecido el rápido desagüe de las precipitaciones
atmosféricas, pero también ha producido con sus grandes avenidas, profundos
zanjones arrastrando a su paso la capa superior arenosa-gredosa, cuyo espesor
llega hasta 5 metros como máximo, y al llegar al Loess, las aguas, en parte,
han entrado profundamente en el mismo. Estas avenidas han proporcionado los
primeros indicios reveladores de la existencia de importantes yacimientos arqueológicos,que luego hemos
explorado y cuya descripción haremos en los capítulos correspondientes. Además,
hay otro factor que ha facilitado el reconocimiento de los distintos paraderos:
la erosión del suelo que se inició con la primera explotación de los bosques en
el año 1910, si bien se talaron únicamente los árboles de mayor valor; hace
pocos años, debido a la escasez de combustible, se procedió al desmonte total
de las plantas existentes, lo que privó a la tierra de su defensa natural
contra los fuertes vientos. Estos, ayudados por el clima, en extremo seco, han
podido realizar impunemente su obra devastadora. La erosión ha llegado hoy a un
grado tal, que el suelo en la zona de los yacimientos está literalmente
cubierto por una capa de fragmentos de alfarería indígena.
Como está
dicho, la zona alta termina a seis kilómetros al Norte de la Banda, donde el
rio entra en el llano, siguiendo la barranca en la margen derecha del mismo
hasta un poco más al Sud de la ciudad de Santiago del Estero. Las
características señaladas para la zona alta terminan en este punto; la
superficie de loees baja aparentemente en una
pendiente de 16.91:1000 hacia la ciudad de La Banda, hecho que ha quedado
comprobado en varias perforaciones realizadas por Obras Sanitarias de la Nación
en esa ciudad.
En la
ciudad de La Banda se han ejecutado seis perforaciones en busca de agua
potable, encontrándose a más o menos 45m de profundidad una napa potente
(dureza 19); prosiguiendo el trabajo, se dió a los
93m en otra napa de inmejorable calidad (dureza 9), ambas semisurgentes.
Esta última se utiliza en la actualidad para la provisión de agua de la ciudad
mencionada. Siendo impermeable la capa de arcilla colorada que había sido
alcanzada a esta profundidad, deben existir fallas entre San Ramón y La Banda,
de donde provienen ambas corrientes, lo que explicaría también el brusco
descenso de esta capa. Hacemos notar todavía que la tierra, salida de la
perforación, produjo, al llegarse a la napa más profunda, fragmentos de fósiles:
astillas de huesos, pero también unas placas de la
caparazón del Glyptodon (aparentemente perteneciente
a la familia Panochthus) con evidente carácter de
canto rodado.
Desde la
cota 195, o sea 6 kilómetros al Norte y hasta 4 kilómetros más al Sud de La
Banda, no existe ningún vestigio de paraderos indígenas. El antiguo brazo de
río que parte de la margen izquierda del Dulce entre San Ramón y La Banda (ver
mapa Nº II) está generalmente seco, pero en caso de grandes crecidas entra en
el mismo cierta cantidad de agua, que en las tres oportunidades que hemos
podido observar en el transcurso de 26 años, llegó algo más al Sud del
Yacimiento -K- Vilmer Sud, donde el caudal se pierde en los arenales.
Con el
yacimiento -h- Rubia Moreno se inicia una serie ininterrumpida de yacimientos
formados por grandes y pequeñas poblaciones con una abundante y riquísima
alfarería, como veremos más adelante. Los yacimientos en general son casi
superficiales y alcanzan a lo sumo dos metros de profundidad. La falta de
superposiciones en la zona alta está comprobada, por cuanto en la franja
vertical de solo 1,50 metros que separa los yacimientos de fósiles, de los de
alfarería, no hemos encontrado nunca un solo tiesto. En el llano podrían
existir superposiciones, pero las circunstancias no nos han permitido
establecerlo.
De los
cientos de perforaciones ejecutadas por la Dirección de Minas e Hidrología de
la Nación en el territorio de la provincia de Santiago del Estero, parte de
cuyos perfiles geológicos han sido recopilados por el señor Augusto Tapia y
publicados en el Boletín Nº 40, año 1935 de la citada Dirección, se desprende
que las llanuras santiagueñas están formadas por un piso fluvio-lacustre,
lo que, por otra parte, nadie discute (ver Frengüelli
( ), Riggi ( ), Doello Jurado
( ). Estos sedimentos provienen del Oeste y se han acumulado después de la
última época glaciar al iniciarse los deshielos en la Cordillera, cuyos torrentes
de agua buscaron en un ancho, salida al mar. Poco a poco se encauzaron en la
zona alta deonde encontraron formaciones más
propicias, formando varios ríos. De Sud a Norte: en Santiago; el río Dulce y el
Salado; en el Chaco, el Bermejo y el Pilcomayo etc., con sus innumerables
lechos que más tarde abandonaron y que en la actualidad aparecen secos dentros de las selvas chaqueñas.
Para
ilustrar mejor el aspecto que debe haber ofrecido Santiago del Estero en la
época postglaciar de los lagos cuaternarios,
agregamos un plano de la provincia con los dos ríos, el Dulce y el Salado,
donde se indica la zona alta (marrón) y la zona baja (azul). El color azul
oscuro limita la faja donde la existencia del piso fluvio-lacustre
está comprobado por innumerables perforaciones; el color
azul claro indica la parte donde el reducido número de perforaciones aún no
admite un juicio definitivo, si bien las pocas que han sido ejecutadas, señalan
idéntica formación. En esta última parte, es notable la perforación de Alhuampa que alcanzó
a 2200 metros, donde fue suspendida por haber llegado al “fondo marino”.
Este plano
es un ensayo de reconstrucción, basado en el plano publicado por Tapia
(op.cit.), especializado para Santiago del Estero y ampliado con los resultados
de perforaciones recientes.