Muchachos del Este. Boceto para des-ordenar los afectos
Abstract
Los afectos: último bastión del individualismo, sagrada ilusión de posesión definitiva y absoluta, cuidada fantasía de transparencia, resguardo de la teoría de la correspondencia, donde lo que conozco es lo que es, y lo que es es mío, y lo que es mío me pertenece, y sobre lo que me pertenece puedo decidir libremente. Falacia lógica, pendiente resbaladiza en la que se puede fácilmente incurrir. Individuo, libertad, posesión, autonomía, toda una zaga de conceptos sobre los que se erigió por tanto tiempo una noción de sujeto que, aún en sus variantes más flexibles -´tolerantes´-, se cierra sobre sí mismo y apuntala fronteras excluyentes y violentas frente a un espectral, estigmatizado. Esa idea de sujeto, no por añosa y de modée menos activa, encuentra en las concepciones corrientes sobre los afectos un enclave para sostenerse vigente. En materia afectiva, aparece todavía como posible afirmar un reducto natural, previo al discurso y al poder, en que el individuo almacena algo que le pertenece sólo a sí mismo, al cual tendría un acceso privilegiado y que sólo después exterioriza, decidiendo libérrimamente si y cómo compartirlo con un otro, por lo demás siempre puesto bajo sospecha, posiblemente amenazante de ese sí mismo encapsulado y liberal. El giro afectivo ha permitido, en cambio, volver sobre el reducto relegado al psicoanálisis o la psicología social, desafiando los patrones de interioridad/exterioridad, mediante una revisión crítica de los flujos y sentidos vectoriales de los afectos y sus efectos funcionales en los procesos de (des)subjetivación. En este mismo sentido, proponemos una lectura crítica de los marcos que habilitan la lectura de afectos en un lenguaje como el cinematográfico. Anteriormente hemos trabajado con films como "Strella" (Koutras, Grecia, 2009) y "R100" (Matsumoto, Japón, 2013), analizando modos disidentes de los afectos y sus enmarques; esta vez, releeremos el film "Muchachos del Este" (Campillo, Francia, 2013) haciendo pie en aportes de Judith Butler y Sara Ahmed. Procuraremos así una crítica desde el giro afectivo, que permita poner en relieve los desplazamientos que ciertos afectos -difíciles de clasificar-realizan en la relacionalidad intrínseca que nos constituye como sujetos desposeídos, extáticos, interdependientes.