Leer e interpretar textos en contextos escolares o académicos. Variaciones en torno a viejas ideas
Abstract
Hace muchos años Umberto Eco publicó Lector in fabula (1978), una de las obras capitales
de la semiótica moderna que sentó un pilar fundamental para pensar la lectura como un
proceso de construcción de significado. En ella se expresaron algunas de las ideas más
originales y productivas para comprender que el significado de un texto “no está allí en el
texto mismo” sino que es el producto de la interacción y producción conjunta entre quien lee
con lo que lee, es decir, entre el texto y su lector. La lectura, por tanto, no debería ser
pensada ya como una tarea de “descubrir algo que está en el texto”, una suerte de actividad
guiada por un secreto que es necesario sacar a la luz, sino como un complejo proceso donde
ambos agentes implicados, el texto y su lector, operan de manera mancomunada en la
construcción del significado; cada cual aporta a este proceso interactivo que no podría
entenderse sino como una relación: ni el texto tiene en y por sí todo lo necesario para ser
interpretado, ni el lector interpreta cualquier cosa que guste, por más motivado que esté para
hacerlo, cuando lee un texto.
Este trabajo no pretende ahondar en las definiciones del autor italiano sobre lo que los
semiólogos llaman una “semiótica pragmática” ni sus aportes a la teoría de la recepción; ello
excedería con creces el alcance y sentido que se desea imprimir a esta reflexión. Sólo
intentamos comprender aquí, utilizando alguna de las reflexiones de Eco, cómo es o qué
forma podría tomar el proceso de interpretación que experimenta el lector de un texto
académico. En tal sentido, nos valemos de algunas de sus reflexiones más generales para
realizar un ejercicio metacognitivo: imaginar cómo sería posiblemente el proceso de lectura
modelizado por un texto, qué haría un lector ante un texto concreto, qué “movimientos
cooperativos” emprendería ese lector modelo cuando lo lee, siguiendo para ello algunas de
las definiciones de Eco.