Abstract
En este trabajo quiero defender la legitimidad del proyecto de una justificación de la inducción, frente a los intentos por disolver el problema; en particular, me voy a ocupar de la llamada 'justificación pragmática" sostenida entre otros por Reichenbach y Salmon. intentaré mostrar que existe una curiosa analogía, que en general ha pasado inadvertida, entre la justificación pragmática y la justificación (o disolución) analítica, pero que, en definitiva, es posible dar razones de la superioridad de la respuesta pragmática.