Abstract
Según Kragh (1) la valoración de la biografía, una de las formas más antiguas de la
historia de la ciencia, ha sufrido vaivenes por distintos motivos: Por un lado se la considera
una forma de historia de la ciencia que puede cumplir funciones que no cubren otras, por el
otro se la sospecha de brindar un cuadro distorcionado de la evolución de la ciencia. Ademas,
las razones aducidas para tan diversa valoración son tan dispares que "actualmente el historiador de la ciencia entra en el campo de la biografía con cierta vacilación" (2) la que se intensifica si se reconoce que otras formas de historias se caracterizan por el "rechazo a las explicaciones basadas en eventualidades de la vida de una persona" .