Abstract
En el periodo de surgimiento de la ciencia y la filosofía modernas, la decisión de la mayoría de los nuevos filósofos y científicos de escribir en sus lenguas vernáculas fue parte de un proyecto intensamente renovador de la cultura europea. Podemos encontrar aquí una primera manifestación de la necesidad de socializar el conocimiento, entendida como uno de los requerimientos que coadyuvaron a la sustitución de un marco sociocultural por otro, en el trayecto iniciado por un nuevo sector social en expansión: la burguesía europea.