Abstract
Señalábamos en un trabajo anterior que la ciencia inglesa de la segunda mitad del siglo XVII halló su perfil característico no sólo en el utilitarismo social de los fundadores de la Royal Society sino también en el declarado milenarismo de éstos. Concebida la empresa científica como una síntesis de (o compromiso entre) conocimiento natural y técnico al servicio del progreso social, se incrementaba con ella la certidumbre milenarista de que en un futuro cercano el hombre recobraría su condición adánica, es decir, la gracia, la sabiduría y el dominio sobre la naturaleza perdidos al acontecer la Caída y de había que habían gozado Adán y Eva hasta que Dios los expulsara del Paraíso.