Abstract
Sí al comienzo del siglo veinte el funcionalismo social concebido análogamente al modelo de explicación funcional de la biología se presentaba como un modo de explicación poderoso y prometedor de los fenómenos sociales, las críticas que le fueron dirigidas con posterioridad tanto desde las ciencias sociales como desde la filosofía de la ciencia demostraron ser lo suficientemente contundentes como para acabar con el optimismo inicial.
Ahora bien, entre otros autores, Niklas Lubmann ha considerado un error equiparar funcionalismo con "organicismo", rescatando el potencial inherente del primero como método comparativo que privilegia las ''equivalencias funcionales".
Recorrer el camino hasta aquí esbozado será el objetivo de este trabajo.