Abstract
La posición antifundacionista de Quine puesta de manifiesto por su conocido rechazo a una "filosofía primera" parece, a simple vista, contraponerse con su intento de búsqueda de un esquema general de notación canónica que sea lo más simple y claro posible. Intento que no puede distinguirse, nos dice, de la búsqueda de categorías últimas, de un retrato de los rasgos más generales de la realidad.