Abstract
Me propongo examinar el marco metafisico dentro del cual la filosofía contemporánea ha
planteado el problema de la causación mental para, de este modo, poner de manifiesto las
consecuencias que las versiones reduccionistas y eliminativistas de la causación tienen sobre el
status ontológico de lo mental y su autonomía, y defender la tests de que la determinación de la
eficacia causal de lo mental no puede separarse de las explicaciones aceptadas para dar cuenta de
la conducta humana. O dicho de otro modo. que los hechos mentales como causalmente eficaces
siguen teniendo cabida en tanto necesitamos explicaciones que los incluyan.