El cuerpo desaparecido. Recorrido por La última vez que maté a mi madre de Inés Fernández Moreno
Abstract
Al abordar la literatura nacional que ha asumido el desafío de representar el período de la dictadura cívico-militar de 1976, resulta impensado evadir uno de los temas más dolorosos y traumáticos que la sociedad argentina carga en su historia: la desaparición de personas. Como sistemático procedimiento dispuesto a anular la oposición al régimen de gobierno, se activaron funestos dispositivos que tuvieron por objeto y por método, violentar los cuerpos. Y la literatura es solo uno de los ámbitos discursivos donde esos cuerpos, en fatal paradoja, se erigen como ausencia y presencia, constituyen desde lo no expuesto la mayor muestra de terror de la que los dictadores son capaces para perpetuarse hegemónicamente.En la novela argentina La última vez que maté a mi madre (1999) de Inés Fernández Moreno, el cuerpo desaparecido es un dispositivo ordenador del relato, y permite al lector problematizar la importancia de la corporalidad, presente o ausente- para la reconstrucción identitaria de ese yo borrado, desvanecido, durante el período dictatorial. El cuerpo, portador de significación, interpela al lector desde su no-presencia. La carencia, la falta-de, la vaguedad, son síntomas textuales dispersos que, así como se despliegan en función de la representación de una memoria disgregada, también profundizan lo ausente como disruptivo.