Abstract
La decisión de poner en marcha este dispositivo de comunicación se inscribe en el marco de las nuevas exigencias de impacto
y de supervivencia que plantea la cultura de lectura dominante en el campo de las
ciencias sociales. La adopción deliberada de esta inclinación adaptativa nos pone
frente a una serie de oportunidades, de desafíos y de riesgos.