Adriana Puiggrós: maestra de pedagogos
Abstract
Adriana Puiggrós no requiere presentaciones. Su trayectoria académica, política y cultural, su compromiso inclaudicable con la educación pública y sus aportes como pedagoga al campo educativo resultan una obviedad. Y también su condición de maestra de generaciones de pedagogos. Adriana es maestra no solo de quienes han tenido la posibilidad de compartir con ella espacios de formación académica. Su producción intelectual, sus publicaciones, sus posicionamientos públicos, siempre planteados con claridad y contundencia analítica son en sí mismo actos de formación. Como profesor de Historia de la Educación Argentina, no tengo dudas al afirmar que la producción académica de Puiggrós y su Programa APPEAL constituyen no solo un aporte más que relevante al conocimiento de la educación en la historia argentina y latinoamericana, sino que (en escenarios de luchas por la educación pública) dieron un giro en la producción historiográfica de la educación en el país. Los ocho tomos de Historia de la Educación en la Argentina interpelaron las interpretaciones canónicas sobre el campo y constituyeron, a la vez, una construcción interdisciplinaria signada por aportes conceptuales provenientes de los más diversos campos de las ciencias sociales; además, abrieron interrogantes que cruzaron toda la geografía nacional incluyendo no solo una mirada sobre la educación nacional, sino también una interesante producción en torno a la educación en las provincias y territorios nacionales que dio otra densidad a la historiografía educativa argentina. Se trataba entonces de reconocer una diversidad de experiencias pedagógicas alternativas que se habían desplegado en escenarios regionales, sociopolíticos y culturales diversos, reconociendo casi por primera vez en la producción intelectual del campo, las singularidades propias de cada región en la trayectoria educacional argentina. Pero además, la preocupación de Puiggros y su equipo tuvo siempre una dimensión prospectiva, por lo que las diversas lecturas de la historia interpelaban al presente y al futuro, tanto en términos de los conflictos actualizados y reactualizados en medio de la debacle neoliberal, como cuanto a la imaginación pedagógica que la propia reconstrucción histórica advierte cuando se abordan experiencias alternativas (algunas exitosas, otras olvidadas o invisibilizadas en la historiografía educativa).